Garantizar el acceso inclusivo a actividades deportivas y de ocio para niños/as y jóvenes con autismo, promoviendo su bienestar físico, emocional y social en su entorno cercano.
Fomentar la inclusión social entre los participantes, sus familias y la comunidad, creando redes de apoyo y nuevas oportunidades de relación.
Promover la aceptación de la neurodiversidad en la sociedad, trabajando los valores de solidaridad, cooperación y respeto hacia las diferencias.
Desarrollar habilidades sociales y de comunicación en diversos contextos, potenciando el trabajo en equipo, la participación y la valoración del esfuerzo de todos los compañeros/as.
Ofrecer formación continua a los profesionales involucrado/as, asegurando que los apoyos y las actividades estén adaptados a las necesidades específicas de cada niño o joven, y haciendo un seguimiento constante de su evolución.
Este proyecto busca eliminar las barreras que enfrentan los niños/as y jóvenes con autismo para participar en actividades deportivas y de ocio. Estas actividades son esenciales para su desarrollo social, emocional y autonomía, pero muchos de ellos se ven excluidos debido a dificultades en la comunicación y las interacciones sociales.
Para garantizar su inclusión, el proyecto ofrece apoyos personalizados, creando planes individuales que adaptan tanto las actividades como la formación de monitores y participantes. Cada niño/a o joven recibirá una hora semanal de apoyo especializado en su entorno comunitario (como clubes deportivos o polideportivos) durante todo el curso escolar.
Este enfoque permite que 25 niños/a y jóvenes con autismo puedan participar en igualdad de condiciones, mejorando su calidad de vida y reduciendo el aislamiento social, al mismo tiempo que fomenta su integración en la comunidad.
Recepción de las demandas y asignación de los apoyos que requiere cada caso. Esto implica seleccionar al personal especializado que se ajuste al perfil del niño o joven con autismo.
Formación de 10 horas al año a todo el personal de apoyo para adquirir formación específica sobre el autismo, estrategias educativas y gestión de conductas.
Difusión del proyecto a través de los diferentes canales de comunicación de la entidad.
Coordinación con los responsables de las actividades deportivas y las familias para la posterior ejecución de las actividades adaptadas.
Registro y evaluación de la evolución de la participación del niño en la actividad.
Seguimiento y apoyo del personal especializado.
Durante todo el curso escolar 25 niños y jóvenes con autismo podrán beneficiarse de una hora de apoyo especializado cada semana de la actividad deportiva que elijan.
